11.11.06

Fufu es un superhéroe..


Muchos fuimos testigos de la real habilidad de Fufu. Intentamos sobornarlo para que nos dijera de dónde venía, a qué planeta o galaxía pertenecía... sin embargo nos tiraba evasivas, se corría, no atendía.
Me dejaba mirarlo, admirarlo, mientras desaparecía, en un acto mágico, como de farándula... solía quebrarse, hacerse el interesante, más todos nosotros veíamos en él la verdadera pasión en la qué podíamos creer. Bacilante, Fufu emprendía el vuelo a universos inconmensurables, etéreos, zigzagiantes...
Yo almorcé en su casa, y el me atendía cual nana peruana. Sin desodorante, restregaba sus axilas en mis narices auxilares, atochándome de asco, de rubor y de sarcásmos inoperantes. Se vestía con mallitas, apretadito, insolentemente provocante, y dejaba ver sus nalgas, sus cañuelitas y sus siluetas atorrantes.
El real poder de Fufu estribaba en el pecho de Fufu. Peludito, cavernario, rústico y cuaternario, se podía dormir la siesta en él. Precía un choapino, un oso, una maraña, un waipe... pero era ese su poder, noble Zanzón, que lo conminaba a sentirse superior.
Fufu acordó entre nosotros potenciar su noble poderío... mas cada quien que se preguntase volvería a desentrañar la más mínima excusa solitaria: Fufu aprendió a ser invisible... y desde ese entonces habita en nuestro lado, como una sombra, como un retazo, como un gran superhéroe.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ke eres homosexualo, con cariño, Feña