Yo nunca nunca la vi venir; jamás lo supe hasta que la tuve frente a mí.
Sin embargo puedo jactarme ahora, sin preámbulos auspiciosos, que sin mí se moría, sin mí no vivía...
Y la tuve tan cerca de mi boca, como besando su armonía, saboreando el soneto verde de su títere melodía... maldecía mi vida, mi escisión; mi sueño, mi encarnación... maldecía estos ojos que ya no miran, estos ojos que se perdieron saludando su tentadora afonía.
Yo nunca la vi venir, lo sé; pero sentí que se posesionaba de mi furor, de mi ánimo dúctil de no querer salir. Entre lágrimas me miraba sosteniendo un amor lejano, un amor gastado, lleno de polillas y algo de naftalina...
En aquel solitario recodo lleno de gente, donde me encontraba de repente, me perseguía emocionada para saltar sobre mi pecho que no podía sostener su maldad; yo la echaba, de verdad la sacaba; yo la escoltaba para que no vieran su rostro, lleno de llagas secas machacadas con sangre de falso amor...
No me mires poesía porque ya no quiero caer; no me mires poesía porque sé de qué está hecho el padecer; conozco la hierba que hace soñar, conozco la música que quiere mi alma asestar... no mires poesía, no más por este día...
Sal de mí poesía, que mis sienes no sostienen el buen juicio, que mis manos no hacen más que arañar los papeles donde habite tu lujuria, oscura poesía...
Sin embargo puedo jactarme ahora, sin preámbulos auspiciosos, que sin mí se moría, sin mí no vivía...
Y la tuve tan cerca de mi boca, como besando su armonía, saboreando el soneto verde de su títere melodía... maldecía mi vida, mi escisión; mi sueño, mi encarnación... maldecía estos ojos que ya no miran, estos ojos que se perdieron saludando su tentadora afonía.
Yo nunca la vi venir, lo sé; pero sentí que se posesionaba de mi furor, de mi ánimo dúctil de no querer salir. Entre lágrimas me miraba sosteniendo un amor lejano, un amor gastado, lleno de polillas y algo de naftalina...
En aquel solitario recodo lleno de gente, donde me encontraba de repente, me perseguía emocionada para saltar sobre mi pecho que no podía sostener su maldad; yo la echaba, de verdad la sacaba; yo la escoltaba para que no vieran su rostro, lleno de llagas secas machacadas con sangre de falso amor...
No me mires poesía porque ya no quiero caer; no me mires poesía porque sé de qué está hecho el padecer; conozco la hierba que hace soñar, conozco la música que quiere mi alma asestar... no mires poesía, no más por este día...
Sal de mí poesía, que mis sienes no sostienen el buen juicio, que mis manos no hacen más que arañar los papeles donde habite tu lujuria, oscura poesía...
2 comentarios:
como siempre ...sabes ayer en bicicleta llegue a tu plaza (esa q estaba en tu casa de niño )..me quede ahy .. la realidad se esfumo .
el blog habla x ti ..los cables te dan vida .
como siempre ...sabes ayer en bicicleta llegue a tu plaza (esa q estaba en tu casa de niño )..me quede ahy .. la realidad se esfumo .
el blog habla x ti ..los cables te dan vida .
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