Cómo aprendimos tan rápido a poner cara de weon, haciendo una casita en el sur. Porque nos colgábamos de los árboles y sus lianas inmensas, abarrotados de sueños y comisuras extremas. Cuando el día que jugamos con cami, el niño de las flores y sueños multicolores, y tantas otras parafernalias que sólo en el sur quedaron guardadas. Y corríamos y todos queríamos ser Heidi, y rasgar los campos con nuestros pasos, con una faldita, con margaritas en los cachetes, no el los traseros sino en los delanteros. Los únicos hoyitos, aparte de los míos en la espalda eran de cierta marraqueta que no era precisamente para tomar el té... y le metíamos palitos en el potito a los tábanos, y salían derechitos, como si incluso la estubieran gozando, flor de poto de tábano con un ramo completo saliéndole por la retaguardia.
Metidos en un hoyo, como el ramo del tábano,
Metidos en un hoyo, como el ramo del tábano,
llegamos hasta china, hasta australia.
Sepultando nuestra propia activdad,
Sepultando nuestra propia activdad,
y se generó un oficio nuevo, comentarísta de construcción.
Que dale pa allá, que tira pa acá, que pónele por acuyá, que sálete de ahí...
Salió contundentemente "salado"...
Y fuimos arrieros, y los arriados fuimos nosotros,
Que dale pa allá, que tira pa acá, que pónele por acuyá, que sálete de ahí...
Salió contundentemente "salado"...
Y fuimos arrieros, y los arriados fuimos nosotros,
cuando por arte de magia se nos unió
a nuestras cabezas un yugo imáginario, y tiramos la carreta,
a nuestras cabezas un yugo imáginario, y tiramos la carreta,
y nos pegaron sus palos,
y aprendimos a gemir de noche, a ahullar, a gritar...
Engolozinados en un tanque mágico de "chicha de manzana",
y aprendimos a gemir de noche, a ahullar, a gritar...
Engolozinados en un tanque mágico de "chicha de manzana",
donde el "wence" de un manguerazo nos desafiaba a retomar
aspiraciones de hombría flácida, de hombría vieja...
Y quien no se cayó del techo, y quién no se ampolló las manos,
Y quien no se cayó del techo, y quién no se ampolló las manos,
y quien no se cayó al río en búsqued de la santa "chicha de manzana",
a bucear por el barril, a bucear por un cerro
galopando al viento como niños encumbrados.
Santa magia de sur, maldita nostalgia pasajera...
Devuélveme el gusto, el aprendizaje y la curadera...
devuélveme la caminata, el esfuerzo y la cementera...
devuélveme el hoyo donde cabamos cancagua, devuélveme las ganas,
los días, la vida...
por último la letrina...
galopando al viento como niños encumbrados.
Santa magia de sur, maldita nostalgia pasajera...
Devuélveme el gusto, el aprendizaje y la curadera...
devuélveme la caminata, el esfuerzo y la cementera...
devuélveme el hoyo donde cabamos cancagua, devuélveme las ganas,
los días, la vida...
por último la letrina...