31.10.06

Recorriendo nostalgia de sur

Cómo aprendimos tan rápido a poner cara de weon, haciendo una casita en el sur. Porque nos colgábamos de los árboles y sus lianas inmensas, abarrotados de sueños y comisuras extremas. Cuando el día que jugamos con cami, el niño de las flores y sueños multicolores, y tantas otras parafernalias que sólo en el sur quedaron guardadas. Y corríamos y todos queríamos ser Heidi, y rasgar los campos con nuestros pasos, con una faldita, con margaritas en los cachetes, no el los traseros sino en los delanteros. Los únicos hoyitos, aparte de los míos en la espalda eran de cierta marraqueta que no era precisamente para tomar el té... y le metíamos palitos en el potito a los tábanos, y salían derechitos, como si incluso la estubieran gozando, flor de poto de tábano con un ramo completo saliéndole por la retaguardia.
Metidos en un hoyo, como el ramo del tábano,
llegamos hasta china, hasta australia.
Sepultando nuestra propia activdad,
y se generó un oficio nuevo, comentarísta de construcción.
Que dale pa allá, que tira pa acá, que pónele por acuyá, que sálete de ahí...
Salió contundentemente "salado"...
Y fuimos arrieros, y los arriados fuimos nosotros,
cuando por arte de magia se nos unió
a nuestras cabezas un yugo imáginario, y tiramos la carreta,
y nos pegaron sus palos,
y aprendimos a gemir de noche, a ahullar, a gritar...
Engolozinados en un tanque mágico de "chicha de manzana",
donde el "wence" de un manguerazo nos desafiaba a retomar
aspiraciones de hombría flácida, de hombría vieja...
Y quien no se cayó del techo, y quién no se ampolló las manos,
y quien no se cayó al río en búsqued de la santa "chicha de manzana",
a bucear por el barril, a bucear por un cerro
galopando al viento como niños encumbrados.
Santa magia de sur, maldita nostalgia pasajera...
Devuélveme el gusto, el aprendizaje y la curadera...
devuélveme la caminata, el esfuerzo y la cementera...
devuélveme el hoyo donde cabamos cancagua, devuélveme las ganas,
los días, la vida...
por último la letrina...

24.10.06

Servicio de utilidad pública

Se busca, desesperadamente, un amor perdido...
se me escapó hace algún tiempo, y aún no lo puedo encontrar,
quizás bajo mi cama, detrás de las cortinas,
o alguien sin más lo barrió debajo de la alfombra...
era lindo, poético, patético e incluso hiperquinético...
me levantaba todas las mañanas y en las noches me arropaba,
me invadía, me jodía, me calentaba
e incluso sin querer me apasionaba.
Tenía ojos verdes hacia el sol,
ojos negros de rabia,
ojos rojos porque sí,
y rostro frío, de crepúsculo insolente...
Era loco, inconsciente, desgarrado, desesperado...
malicioso, pernicioso, pero muy hermoso...
Me abandonó cuando menos lo pensaba,
cuando aprendí a necesitarlo,
cuando me asaltaba en medio de la noche
cuando todos creían que yo ya no respondía...
si alguien lo encuentra que no me avise,
que lo guarde, que lo viva...
sólo díganle que me acostumbre a él,
y que en el silencio sólo vivo
lejos de su prosa de papel...

23.10.06

La Esquina se renovó...


No es raro que de vez en cuando cada quien se eche una manito de gato, es por eso que "la esquina donde el viento hace plinn" se ha preocupado de crecer...

En esta versión dos punto cero toda la esquina se pone a su disposición con los novedosos e ingeniosos recursos que se llevarán a cabo:




1. El concurso "a tomar tecito con Adri" sigue tomando fuerza. Ya son miles y miles de visitas y llamadas las que esperan ansiosas ganar tan magno evento. Así que a postear no más que el afortunado o afortunada podría ser usted...

2. Y sigue la tan famosilla sección "amando a fufu" para el entretenimiento y diversión de todos sus aficionados...

3. Llega el estreno de dos nuevas secciones populares y creativas: "Siempre como weon" y "Dando jugo con Alicia"

4. Se abre a la opinión pública un espacio especial donde los post que ustedes hagan llegar se leerán y tomaran en cuenta y de vez en cuando se imprimirán y serán usados como papel sanitario. Con esta función ustedes podrán echarme flores, mandarme anónimos, propinarme improperios y/o palabras soezes, hacerme declaraciones de amor e incluso hacerme la coyera en el campo intelectual, filosófico y literario. Una vez a la semana, si es que lo amerita, el mejor post será acreedor del premio "Adri te ayuda" para ser publicado a toda la humanidad en la página principal de la esquina.

5. Desde hoy en adelante la esquina publicará su "servicio de utilidad púiblica" con diversas concideraciónes en ayuda de toda nuestra sociedad.

No deje de visitar "la esquina donde el viento hace plinn" y ayudenos a mejorar y hacer crecer este espacio, con nuestro nuevo slogan: "prosa chilena gratis poesía chilena barata" estamos en campaña para alegrar y perpetuar la lírica en todos nuestros queridos crazones.

Sí, este blog tiene mucho que ver con la antigua "esquina poética de Dot" de Animanía, por lo demás es un plagio indecente y candente.

No olvide el concurso, nunca más podrá tener la oportunidad de tomarse el tecito con Adri, aproveche y no sea tímido, a postear se ha dicho...

Recuerde también que la esquina le lleva sus wenos links, así que visite la producción de nuestras páginas partners...

Sin otro particular se despide http://laesquinadondelvientohaceplinn.blogspot.com
su página amiga




Veleidades

Extranjeros pensamientos que rechinan,
como cuando a cada noche, a cada instante,
chocan estos dientes
como amándose, en sexos incomprendidos...
Alguien ha visto alguna vez a los dientes haciendo el amor,
yo los he oído, queriéndose, deseándose...
Vanos son los hormoneos (como cuando tú me miras)
que bacilan en el fondo de la intranquilidad
que más que oscura, brilla de negrura,
como si le hubieran puesto pasta de zapatos.
Invítame a pasear de la mano todos los días,
para nunca jamás, para poder volar,
para recaer en la inconsistencia de amar sin eternidad.
¿Me miras?, sí, me miras
es por esto que tú y yo no valemos más la pena
valemos la alegría de detentar
atónitos
sentimientos demiurgos
que nos hacen en un solo hálito de presencia obstinada.
Tú y yo cantábamos
y era divertido
sentir que más allá de esta oscura paciencia
los dientes, a pesar de tocarse,
pueden vivr su propia historia,
a cada noche,
en cada sueño,
amándose
sin necesitar de mi calma
de tu ardor
de mi furia
y ninguna pasión.

17.10.06

Acerca de Fufu... consideraciones técnicas

En un hálito de inspiración matutina las cosas se ponen cada vez más claras. Por lo mismo, en el intertanto, o en el intersticio, la figura lejana de fufu requiere de compresiones teóricas extraterrenales.

Pasamos la lengua por un ventana oxidada de vapor de agua, e incluso las morisquetas que se logren hacia el otro lado, infectando los mares de esta conciencia vaga… extintos merodeadores, seniles consecuencias de auto-flagelación. Es preferible tener un conocimiento más perfecto aún, un sentimiento más acabado por si acaso tenemos la intriga de conocer el amplio espectro de lo que fufu realmente significa.

Podemos resumir esta teoría, podemos aclarar esta paradoja, podemos incluso echar las bases de un paradigma fufiano que atraiga a más de un pseudo intelectual alcohólico. Pero es preferible empezar a representar conceptos, a recrear sensaciones, que sin duda se nos presentan mucho más cuerdas… mucho más sentidas.

Fenomenología del fufu

Cuando por primera vez experimentamos la sensación fufu, o la experiencia fufizante, adquirimos por inercia todo aquello que al alcance de nuestra mano no puede estar. La unidad primordial se centraría en la ausencia. Sin embargo, y dadas las circunstancias extraterrenales del tal cuestión, aquellas ausencias pasan a un segundo plano frente a la teoría misma del fufu inclinado(1)… me explico… si inclinamos 45 grados al fufu, y lo hacemos a ciertas horas del día, bajo un sol obstinado y puntiagudo, es probable que no pase nada. No obstante, la experiencia fufística en su real magnitud puede alcanzarse bajo ciertos métodos poco ortodoxos. Es por esta razón que no podemos comprender por que diablos fufu permite ser llamado fufu, ya que a expensas de la razón, la experiencia fufística supera la lógica y se interna en un campo acético, lleno de interrogantes. Podemos aclarar en primera instancia que para rehacer una fenomenología del fufu es necesario entrar en su propia metafísica, campo abierto a la necesidad última y ontológica de experimentar la conciencia fufística(2).

Metafísica del fufu

Las consideraciones teóricas que escapan a nuestro entendimiento son precisamente aquello que explica en parte la cuestión de fufu. En un amplio sentido de la palabra, fufu es “más que una pasión, un sentimiento”. Aquella palabra que pueda parecer cliché, es precisamente aquello que describe con mayor lealtad la experiencia fufística. Por tanto, en cada esquina se encuentra un fufu escondido(3), y dentro de cada uno de nosotros puede manifestarse la experiencia fufística. Basta simplemente la disposición a recrear en nuestro interior modalidades ajenas y añejas. Así, en el éter, fufu abunda como un abstracto, como una experiencia supranacional, transpersonal. Fufu es en si mismo, por si mismo y para si mismo, representa una categoría superior dada por el mismo. Es decir, no se entienda que la capacidad volitiva de fufu está en juego, muy por el contrario, la categoría fufu es metafísica, intuida, existente, inmanente, eterna, pero no muchas veces visible. La manifestación de fufu, tanto en el campo terrenal como en el intelectual, es una experiencia fuera de serie, imbuida de restos mecánicos de fastuosidad, e incluso de cierto rasgo influyente de orgullo. No es que fufu esté orgullosos de ser llamada fufu, pues nadie puede creerlo, sin embargo la metafísica fufística explica precisamente lo inentendible: no es que fufu se haya convertido en si mismo, si no más bien el propio concepto (abstracto, en el éter) se ha manifestado, encarnado, en un hombre (es lo que hay no más) de carne y hueso. La responsabilidad implicada en esta consideración es mayor aún, ya que fufu corresponde a una realidad extrasensorial, y en el abstracto, fufu sabe moverse a tientas, como ciego de ganas de reventar.

Experiencia Fufizante / Teoría fufística

En la larga caminata de esta humanidad podemos representar la historia de nuevas formas. De hoy en adelante podemos decir que fufu ha superado la lucha de clases(4) y su visión materialista, que no es proceso ni objeto de la postmodernidad, y que ha superado con creces la teoría del librecambismo neoliberal hipermoderno. Declaro ante todos que desde hoy en adelante se puede claramente establecer un antes de fufu y un después de fufu; sin embargo quiero aclarar algo. La abstracción del concepto es la única que nos puede demostrar algo con respecto al mismo fufu, incluso la mayoría de la clientela y de la corte que agasaja a fufu piensa esto en términos materiales… yo propongo de ahora en adelante dividir los procesos, y aunque fufu es una realidad inmanente, su manifestación es clara, material, física y preponderantemente humana.

Hace algún tiempo un chino gringo declaró el fin de la historia… yo propongo e impongo el comienzo de la Experiencia Fufizante.

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(1) En varios experimentos pudimos demostrar que al inclinar al fufu obtenemos mejores resultados que de costumbre. La experiencia se basa en numerosas interpretaciones de por qué fufu cae antes que todos. Sin embargo su grado de inclinación es la que nos parece más adecuada, es casi tan impresionante como la misma Experiencia Fufizante.

(2) Hemos podido comprobar que entre la conciencia, la inconciencia y los estados alterados de conciencia, existe un estado de superconciencia llamada la conciencia fufística… esto corresponde en primera instancia a una interacción directa con la abstracción fúfica, luego a una comprensión directa de las implicancias más relevantes de fufu en el éter.

(3) Es impresionante comprobar por la empiria clásica como esta premisa se cumple a cabalidad. Es tan inconstante su propia humanidad, que la aseveración intrínseca de su inmanencia se desata en un cato de fe. Para comprobar por métodos concretos esta aseveración ir a la calle San Camilo o incluso al Barrio El Golf.

(4) Es posible también encontrar una visión materialista y marxista de fufu. Esta se encuentra, eso sí, sesgada por un hilo teórico débilmente tejido por activistas extremistas e izquierdosos.

12.10.06

Repensando a Alicia...


Volviendo por el camino largo que Joven Emiliano llamó el de Swan, sentimos dos gotas caer dentro de nuestra sien. Es que si la lluvia cayera sólo sobre "nuestras cabezas", y no necesariamente dentro de ella, la profesía auto-incumplida del suicidio en defensa propia, acosaría a más de un millar de locos de los que vagan por ahí.
-Es imposible pensar cuando el agua acongoja nuestras sienes-, por lo menos eso fue lo que dijo el árbol...
Y fue precisamente en ese instante en el que de un salto Alicia comenzo a extraer de su oído un montón de sueños rotos, quizás opacos.
Yo me encargaba de agarrarlos todos, toditos, como si de mi mano se extendiera al olvido muchas mallas de esas que agarran mariposas. Y los limpiaba, los olía, e incluso los plagiaba.
En ese mismo instante Alicia miró mis ojos, exitada, y se puso a rabiar.
Yo intentaba apasiguar toda su ira, como haciéndome el estúpido, un papel que muy pronto cumplí a cabalidad.
Y nos tiramos río abajo, incluso sin haber un río presente, como más tarde apuntara el viejo árbol. Y sonreímos, dos veces por cada luna llena, una vez por cada gato que sigilioso escudriñaba el horizonte.
Fue mucha mi pena cuando Alicia, por propia iniciativa, quizó atravezar el espejo... yo la emplazaba a evualar las cosas de otra manera: -Alicia, no avances... Alicia, no grites... Alicia, es que acso así debe comportarse una señorita respetable -. La respuesta era de esperarse; cansada de golpear su goce contra la inquietud e intransigencia de este mundo medio loco, sacudió pronto su paraguas y vendió las nubes a un precio no muy elevado. En una instancia en que el tiempo es de goma no es fácil salir a caminar, ni menos salir a volar. Yo me contento, porque a pesar de todo si pude comprarle una nube bien grande, y atravezarla, como si mi cuerpo entero fuera esa nube.
Pequeñita, Alicia caminaba a dimensiones que nunca pude conocer. Ella no quizo invitarme, me abandonó pronto en un bosque plagado de insenzatés. Y los pájaros reían, se burlaban de mi dicha... y cada vez más pequeñita, Alicia dominaba todas las palabras que se usan para un adiós. Y por mi cara caía la lluvia, incesante, la misma que hace sólo una horas podía mojar, incluso, hasta dentro de nuestras cabezas.
Lo que pasó luego de que tomé un par de sueños que yacían inertes en el piso es algo que jamás voy a revelar. Sólo puedo decir que de uno de ellos salió una escalera, la cual trepé hasta sentarme arriba del mismo árbol. Ahí hablamos a gusto, conversamos, de vez en cuando dormimos, e incluso jugamos.
-En el intertanto en que el sol vuelve de llamarada su soplido es cuando tú debes decender- dijo el árbol a mi espalda inclinada...
-Tengo algo de miedo, aunque poco a poco tomo confianza- respondí asustado.
-No debes precaber nada, las luces que bajan desde el cielo se contrastan con el olvido. Necesitas un poco más de humanidad-
-Humanidad...- grité desesperado
-Humanidad, es eso lo que buscaría si aquellas raíces me lo permitieran... aunque si alguien me permitiera algo podría jactarme de ser un dependiente- asintió el árbol.
-No entiendo- dije yo algo ofuscado.
-No trates de entender nunca, sólo vuela. Internate en las nubes como si se tratara de un océano, y busca la paz de las llamaradas de luz fuera de esta habitación...- y tan pronto su consjeo tarareó, con una rama me lanzó al viento flojo.
Ahí arriba, donde todos y todo era pequeñito, tal y cual como cuando se fue Alicia, saqué de mi bolsillo una nube. No sirvió de mucho, ya que muy pronto una luz lo cegó todo. Enfermo y desesperado corrí en algo insustancialmente flácido, ya no podía soñar más...
Con la mano en el bolsillo miré frente al espejo... un rostro asustadiso y familiar me miraba de arriba abajo... cuando pude comprender del todo me di cuenta que no era Alicia la que estaba en el espejo... cual aire todo desaparecía, y en aquel espejo la luz lo dominaba todo. Pronto sentiría en mi mano todo mojado, pronto sacaría del bolsillo gotas blandas de algo húmedo... mientras tanto entre Alicia, yo y el espejo, todo estaba sentenciado, ni la luz, ni mi nube, volverían a ver de otro tamaño la imagen pequeña de Alicia repensando en mi proia vida... el espejo era aún más grande, y Alicia desaparecía... como los sueños, como el árbol, como la nube.